Sabemos que la mayoría de los cócteles tienen más de una historia y el Dry Martini no iba a ser menos, puesto que este cóctel tiene bastantes.
Las dos primeras nos llevan a la ciudad californiana de San Francisco.
La primera teoría nos lleva al año 1860 y a la famosa fiebre del oro californiana, se dice que un buscador de oro, enriquecido con este metal, ofreció un premio en oro al mejor cóctel de la casa preparado en el bar que Julio Richelieu regentaba en la localidad de Martínez, ciudad situada en la bahía de San Francisco. El cóctel ganador del concurso se bautizó con el nombre de Dry Martini en honor a la localidad de Martínez, aunque transformándose en Martini, ya que la pronunciación de “Martinez” en inglés suena “Martini”.
La segunda teoría nos dice que un cantinero desconocido acostumbraba poner a sus cócteles el nombre de aquéllos que los probaban. Un día, un cliente (que no era habitual del establecimiento ya que sólo estaba de paso en dirección a la vecina localidad de Martínez) salió tan feliz y contento de su cantina gracias al cóctel (una mezcla de ginebra con vermut) que el cantinero no dudó en bautizar el cóctel con el nombre del pueblo hacia donde el cliente se dirigía porque no tuvo la posibilidad de averiguar su nombre. La localidad de Martínez celebra cada año en primavera las fiestas en honor a su cóctel Dry Martini.
La tercera teoría nos conduce a Nueva York. Se dice que Martin di Arma di Taggia (cantinero del hotel Knickerbocker) en el año 1911, cuando estaba en su etapa más creativa, hizo una mezcla mitad ginebra y mitad vermut seco sirviendo el cóctel en una copa triangular previamente enfriada. Con el tiempo esta bebida dio lugar al Dry Martini, el cóctel refinado y elegante que podemos disfrutar en nuestros días. La mezcla hecha por Martin tomó su nombre y pasó a llamarse Dry Martini. Se dice que este cóctel encantó tanto al mismísimo John D. Rockfeller que éste lo popularizó entre sus amistades.
La cuarta teoría habla de Italia porque comentan que ya, en aquellos tiempos, se mezclaba con un gran éxito ginebra y vermut. No obstante, ellos exponen que en Italia la marca Martini y Rossi ya triunfaba por ello argumentan que “lo más normal” es que un cóctel preparado con ginebra y Martini lleve el nombre de uno de sus ingredientes.
Ingredientes
- Ginebra
- Vermut seco
- Aceituna
- Piel de limón
Preparación
Primero colocamos hielo en una copa de cóctel y en el vaso mezclador.
Refrescamos la copa primero y luego el vaso mezclador empleando la cuchara mezcladora y haciendo girar el hielo. Después retiramos el agua formada en el vaso mezclador sin retirar el hielo (también retiramos los hielos de la copa de cóctel) y ponemos tres partes de ginebra y una de Vermut seco y removemos los ingredientes utilizando la cuchara mezcladora.
Servimos en la copa utilizando el colador para que no caigan los hielos, ponemos una aceituna dentro de la copa y la piel de limón cortada finamente sin la la parte blanca la estrujamos un poquito para que ésta suelte todos sus aromas. La piel podemos dejarla dentro de la copa o retirarla.
No tenemos que olvidar que el Dry Martini se remueve y no se agita, todo lo contrario que James Bond con su clásico “agitado, no removido“.
Esta receta y su preparación es la que se recoge en la Asociación Internacional de Barmans (International Bartenders Association) por lo que es la más comercial y usada por la mayoría de los barmans de todo el mundo, aunque tengo que reconocer que el comentario que encontraréis más abajo escrito por Jose María Rodríguez Galán al que le agradezco que lo haya hecho, no le falta razón por lo que más abajo encontraréis la preparación de los más puristas a la que Jose María se refiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario